16.IV.2022 Sábado Santo en Granada

Granada en Sábado Santo tiene el nombre de una reina: Santa María de la Alhambra.

Un día del siglo XVIII vino la inspiración a Torcuato Ruiz del Peral para sacar de la madera una imagen que habla en nombre de la Madre de Dios. Los granadinos y personas venidas de otros lugares suben a la Sabika para ver salir a la Señora que arrastra con su cara de amor y con su gesto de generosidad en el momento de mantener el cuerpo muerto de su Hijo; amor, generosidad y belleza que se transmite sola a todos quienes contemplan.

Nadie resiste la llamada amorosa de esta Reina que, sentada creativamente en los arcos del Patio de los Leones, a la luz de las velas y escoltada por el sudario que cuelga de la Cruz ya vacía, va bajando a la ciudad de Granada.

«Y, ¡cómo pasas!… El tiempo no se mide, se inhibe la distancia y cada persona se pierde en tu dolor.

Con tu caminar eterno miras dentro de ti, soportas la pena, y un instante enciende chispas de eternidad.

El silencio misterioso resulta inmenso desierto que se duele en el ocaso sin decir nada hasta el alba.

Entre piedras y flores se oye tu voz, tu dolor, tu soledad y tu espera».

(José Luis Font Nogués. Exaltación. AliarEdiciones. Granada 2021)

Y Granada anhela, vibra, espera, encuentra, habla y canta a su Madre que va dejando caricias en las almas de quienes la miran a la vez que la guardan en su corazón.