Educar para ir hacia la Verdad

José Luis Font Nogués

Entre las frases célebres conocidas circula aquella atribuida a Platón, que dice: “Educar es dar al cuerpo y al alma toda la belleza y perfección de que son capaces”. Resulta interesante esta reflexión porque la persona busca ser mejor a través de los conocimientos que le llegan por sus relaciones con los demás y por su razón, pero ¿cómo se le puede ayudar a que alcance esa belleza y perfección?

Es fundamental para la persona recibir el saber por transmisión familiar, escolar, amistosa, cultural o por revelación divina; todo el bagaje cultural tiene la capacidad de hacerle mejor, de darle un sentido a su vida, de gozar con la belleza de las cosas y de ahí a gozar del mismo bien.

En cuanto al ejercicio de la razón y a la acogida de la revelación divina, hay que tener en cuenta la reflexión del cardenal Ratzinger: “La razón no se salvará sin la fe, pero la fe sin la razón no será humana”

Es digna de estudio la tarea del progreso de las personas hacia el encuentro con la Verdad, tarea para la que ha de contar con esas características de su ser: la relación con los demás y el ejercicio de su razón.