Noche

Mi antiguo corazón, sin voz ni vida,
¡con cuánta noche y soledad pelea!
Un viento misterioso de ala herida
besando gime el corazón que orea.

Oculta sangre del amor, huída,
por mis venas levanta su marea.
Hondo rumor de muerte enloquecida,
de vida oscura que mi amor desea…

Allá en la lejanía canta el cielo,
la montaña se yergue noble y pura,
la luz se eleva en un sereno vuelo…

Alzo mis tristes ojos a la altura
y te ofrezco, Señor, mi desconsuelo
desde esta noche de mi vida oscura.

Bartolomé Llorens
Sonetos de amor divino