“… aquella eterna fonte.”
SAN JUAN DE LA CRUZ
Mi amor se desnudaba
a la orilla del agua,
a la orilla del cielo,
junto a la fuente clara.
¡La fuente de agua viva
secreta en la montaña!
– Mi amor se desnudaba
a la orilla del agua.
Dejó las limpias prendas
sobre las verdes ramas,
y deshojó las flores
que tejiera en guirnaldas.
Se olvidó de los pájaros
que en la umbría cantaban,
del rumor de las frondas,
del beso de las auras,
y en su puro desnudo
se contempló en las aguas.
– En su desnudo puro
junto a la fuente clara.
Su imagen intangible
de luminosa gracia,
vio esfumarse, fundirse,
entre la viva plata
de aquella eterna fuente
secreta en la montaña.
– Mi amor se reflejaba
en las ondas de plata.
Dejó mi amor la orilla
y se perdió en las aguas.
En su eterna corriente
murmura, fluye, canta,
onda entre vivas ondas,
luz entre luces altas,
¡cielo mismo en el cielo
que las aguas arrastran!
– Dejó mi amor la orilla
y en la corriente canta.
¡Oh fuente de agua viva
que en lo escondido mana!
– No volvió a la ribera
que su amor era el agua.
Bartolomé Llorens
Canción del agua viva