Ilíberis entre los años 50 y 305

José Luis Font Nogués

Han llegado a la Ilíberis romana noticias de un judío llamado Jesús que ha sido crucificado. Se le llamaba el Cristo, el Mesías prometido para la religión hebrea, y sus seguidores han comenzado a llamarse cristianos en la ciudad de Antioquia. Esta nueva religión se ha extendido con rapidez por todo el imperio y algunos seguidores han llegado hasta aquí, enviados por el primer apóstol Pedro; han entrado por el puerto de Abdera (hoy Adra) y desde ahí se han ido afincando en diversas poblaciones. Son los llamados varones apostólicos: Tesifón, que predicó el cristianismo en Berja; San Indalecio, que predicó en Almería; San Torcuato, que lo hizo en Guadix; y así hasta siete. Entre los años 62 y 64 llegó a esta tierra de Ilíberis uno de estos enviados llamado Cecilio y se dedicó a explicar esta nueva religión, ganó discípulos que se bautizaron y fueron llamando a esta nueva convocatoria. Cecilio formalizó la jerarquía de esta asamblea cristiana y ordenó presbíteros, siendo él quien tenía plenos poderes sacerdotales y, por eso, era su epíscopo. Pero Cecilio tuvo a su lado gente que le miró mal y disgustó a las autoridades romanas; cuenta la tradición que fue encarcelado en uno de los paños de las murallas exteriores de la ciudad, hacia el oriente -puerta o castillo de Hernán Román, donde estuvo la puerta de los Estandartes (PF, 95)-, y que más tarde fue llevado por el valle del río, aguas arriba, y fue ejecutado en el que hoy es considerado como Sacro Monte.

Por todo el imperio hay oleadas de persecuciones contra los cristianos hasta el inicio del siglo IV. La última y la más cruel fue la que promovió el emperador Diocleciano. Justamente al finalizar esta persecución, las autoridades cristianas de Hispania convocan una reunión a la que acuden obispos, 24 presbíteros y unas decenas de diáconos. Es el el encuentro conocido como Concilio de Elvira, el primero de los que se convocarán en Hispania y estamos en el año 305, aproximadamente. El lugar de la reunión es desconocido, pero se puede decir que sería próximo al lugar donde se encuentran los solares que luego serían de la Casa del Gallo porque cerca, en la zona alta de la colina de Ilíberis hay restos arqueológicos romanos que hacen suponer que erea el centro de la ciudad, donde se situaría el foro y la basílica. Se levanta acta de este concilio y en ellas se lee quiénes han asistido y qué han concluido. Han asistido, entre otros, el obispo Flaviano de Ilíberis y el obispo Osio de Córdoba. Entre las conclusiones hay 81 cánones relativos al fomento de la vida cristiana. Estos cánones vienen a introducir mayor rigidez a la vida cristiana y duras penas para los infractores.

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Bibliografía:

Pozo Felguera, Gabriel. Albayzín, solar de reyes. Colección Granada y sus barrios nº 1. Caja General de Ahorros de Granada-Obra Social. Ed Comares 1999