Al decir que el bien no hace ruido la palabra “bien” se utiliza para nombrar algo que una persona realiza conforme a todo lo que honradamente parece acertado en torno a esa ejecución. Para hacer esta catalogación de un acto hay que analizar –si se puede- multitud de aspectos, la cosa en sí misma, intencionalidades, repercusiones y circunstancias en torno a la realización de esa acción que calificamos como un bien. Es de interés para los educadores suscitar en los niños, adolescentes, jóvenes, mayores y ancianos el interés por hacer siempre el bien, sin hacerse notar.
A modo de ejemplo y sin detenernos en esos análisis arriba incoados, nadie verá erróneo que podamos dar el título de “bien” a las acciones que una persona dice realizar en África y que manifiesta que hacen también otras personas con ilusión por ayudar a los africanos:
1) transportar por caminos minados en el año 2002, a muchos niños desnutridos desde Cangumbe a Lwena (Angola), pues ni el gobierno se disponía y las ONG’s no estaban autorizadas;
2) enterrar decenas de pequeños fallecidos entre los desplazados de guerra y los que han retornado;
3) haber salvado la vida a miles de personas en Moxico mediante el único puesto médico en 90.000 km2, así como con la distribución de alimentos y semillas; Sigue leyendo
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