El 23 de noviembre de 1635 Alonso Cano se compromete mediante escritura pública a realizar un retablo dedicado a San Juan Evangelista para la iglesia del convento de Santa Paula de Sevilla, perteneciente a religiosas jerónimas. Su fiador fue Juan del Castillo, que era maestro pintor de imaginería, dorador y estofador.
Contratación
Este retablo tiene su precedente en el retablo mayor de la iglesia de Santa María de la Oliva en Lebrija. Este fue contratado en 1629 y en él da comienzo las líneas inspiradoras de los retablos de Alonso Cano: una gran calle central con el tema del retablo y dos calles laterales complementarias.
El 3 de enero de 1638 Alonso Cano comunica que está haciendo los preparativos para marcharse de Sevilla a Madrid.
En esa época estaba terminando el crucifijo del retablo de la iglesia de Lebrija y traspasa legalmente su terminación a Felipe de Ribas.
También dispone ese día 3 de enero que Juan del Castillo terminara los lienzos del retablo de San Juan Evangelista de Santa Paula y asimismo dorara el retablo. Sigue leyendo
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